jueves, 23 de octubre de 2014

La basura que hoy tiraste la verán tus nietos


“Es solo una basurita”, “ya está todo sucio luego”, “para eso está el barrendero” expresiones como estas son excusas de todos los días ante el mal hábito de arrojar basura en cualquier lado, en nuestro país es algo extremadamente común ver a alguien arrojar una botella o una latita de cerveza a la calle, y lo que es peor,  es aceptado por todos, ya es como algo tradicional, es parte de nuestro ADN como paraguayos, sobre todo en la capital del país, en donde los vertederos improvisados se encuentran en cada esquina, basta simplemente con pasar por las calles del centro de Asunción o por la zona del mercado, para darse cuenta del estado tan trágico en que nos encontramos.
La práctica de tirar basura, es aprendida desde muy temprana edad, los niños y niñas observan y replican esta conducta de sus padres, profesores y de la sociedad en general, si todos lo hacen está bien, es simple lógica; y los hábitos que adquirimos en la infancia son muy difíciles de cambiar una vez somos adultos.
Los ciudadanos que practican esta desacertada conducta lamentablemente ni siquiera conocen las verdaderas consecuencias de sus actos, no saben el daño que esto ocasiona al suelo, y con ello, a la salud de los niños/as, adolescentes y adultos. Con este escrito tratare de dar a conocer los daños que provoca lanzar desperdicios a la vía pública para tratar de erradicar esta mala costumbre.
Entre las consecuencias más comunes podemos citar que en tiempos de  lluvia, la basura tapa el sistema de drenaje fluvial provocando charcos de agua en las calles y avenidas de nuestras ciudades, dificultando el tránsito de los vehículos. Los montones de basuras o desperdicios, traen consigo malos olores y la proliferación de alimañas como ratones, cucarachas y otros insectos. Las inundaciones, los olores desagradables, los bichos y hasta los entornos visualmente contaminados, perjudican nuestra salud, provocando dolores de cabeza, estrés, respiración forzada, gripe, tos y nauseas, entre otras dolencias.
La basura es un gran problema para nuestro país, nosotros mismos no sabemos qué hacer con ella, no hemos aprendido ni nos han enseñado cómo separar la basura ni mucho menos tenemos la cultura del reciclaje, sin darnos cuenta nos estamos perjudicando a nosotros mismos, hasta el momento nos hemos salvado de enfermedades y plagas; pero poco a poco hemos venido contaminando nuestros ríos y lagos, el aire que respiramos ya no es tan saludable como hace diez años y lo que es peor, hemos convertido casi a todo el país en un basurero, por donde vayamos vamos a ver vertederos de basura. Uno de los efectos irremediables es que hemos contribuido al debilitamiento de la capa de ozono, que protege a los seres vivos de la radiación ultravioleta de los rayos del sol, y luego nos quejamos del intenso calor que hace compramos aires acondicionados que sobrecargan las fuentes de energía provocando los famosos cortes de luz, y decimos “el clima esta loco”.
Lamentablemente parece que no queremos a nuestro país, ni nos sentimos parte de la naturaleza ni del medioambiente porque no tomamos conciencia y no medimos el daño que le hacemos al medioambiente, ni el daño que nos hacemos a nosotros mismos y a nuestros hijos, y  si no tomamos conciencia la cantidad de basura actual aumentará y, un buen día seremos víctimas de nuestro descontrol.
La acumulación de la basura provoca focos de infección, proliferación de plagas y enfermedades gastrointestinales, respiratorias y micóticas (generadas por hongos), proliferación de mosquitos que trasmiten el dengue clásico y dengue hemorrágico, etc. La acumulación de la basura en las casas, las escuelas, terrenos baldíos, las calles, drenajes y en los vertederos dan como resultado sitios insalubres debido a que los desechos se encuentran mezclados, orgánicos e inorgánicos, y en su descomposición proliferan hongos, bacterias y muchos otros microorganismos causantes de enfermedades o infecciones que si no son atendidas pueden causar hasta la muerte.
La acumulación de desechos sólidos al aire libre es el ambiente propicio para que ratas, moscas y mosquitos, hongos y bacterias se desarrollen en grandes cantidades y en periodos de tiempos cortos; como consecuencia se generan focos de infección, comunes en terrenos baldíos y calles poco transitadas. Entre las principales enfermedades producidas por la acumulación de basura se encuentran las gastrointestinales como infecciones del estómago e intestinos, así como la amibiasis, cólera, diarrea y tifoidea, entre otras. El aire transporta millones de microorganismos de la basura que al ser inhalados provocan infecciones de las vías respiratorias como laringitis y faringitis.
Las enfermedades micóticas son frecuentes en las personas que se encuentran en sitios donde existe acumulación de basura, esto propicia el desarrollo de hongos y bacterias que al estar en contacto con la piel provocan irritaciones e infecciones. La basura favorece la proliferación de roedores, pulgas, moscas, etc., son un factor importante en la trasmisión de bacterias y virus que causan enfermedades en el ser humano como la peste bubónica, la rabia u otros producidos por hongos.
Las basuras que arrojamos no se descompone de inmediato, de hecho puede permanecer en el mismo lugar por cientos de años e incluso miles, una botella de cerveza o gaseosa, que está hecha de vidrio tarda hasta un millón de años en desintegrarse, mientras que una cascara de naranjas se descomone en una 3 o 5 semanas, una lata de aluminio se desintegra en unos 500 años, las bolsas de plásticos como las que retiramos de los supermercados tardan en descomponerse completamente en aproximadamente 70 años, los pañales desechables en unos 10 o 20 años, los papeles unos 3 años, y una simple colilla de cigarrillo puede tardar de 2 a 5 años en desaparecer completamente, a pesar de que un cigarrillo común no tarda ni 15 minutos en consumirse solo.

Los daños negativos que causamos al medio ambiente son irreversibles, por tal razón pretendo que hagas conciencia de los efectos negativos que estos provocan. Una forma en la que puedes influir positivamente para disminuir los efectos negativos sobre el medio ambiente es arrojar la basura en el basurero, evitar consumir alimentos o productos desechables y reciclar los desperdicios que generas día a día. Recuerda que no vives solo, todos compartimos el aire, el agua y al tierra, y solo estamos de paso, nuestros hijos y nietos también merecen estos privilegios.

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