“Es solo una basurita”, “ya está todo sucio luego”, “para
eso está el barrendero” expresiones como estas son excusas de todos los días ante
el mal hábito de arrojar basura en cualquier lado, en nuestro país es algo
extremadamente común ver a alguien arrojar una botella o una latita de cerveza
a la calle, y lo que es peor, es
aceptado por todos, ya es como algo tradicional, es parte de nuestro ADN como
paraguayos, sobre todo en la capital del país, en donde los vertederos
improvisados se encuentran en cada esquina, basta simplemente con pasar por las
calles del centro de Asunción o por la zona del mercado, para darse cuenta del
estado tan trágico en que nos encontramos.
La práctica de tirar basura, es aprendida desde muy temprana
edad, los niños y niñas observan y replican esta conducta de sus padres, profesores
y de la sociedad en general, si todos lo hacen está bien, es simple lógica; y los
hábitos que adquirimos en la infancia son muy difíciles de cambiar una vez
somos adultos.
Los ciudadanos que practican esta desacertada conducta
lamentablemente ni siquiera conocen las verdaderas consecuencias de sus actos, no
saben el daño que esto ocasiona al suelo, y con ello, a la salud de los
niños/as, adolescentes y adultos. Con este escrito tratare de dar a conocer los
daños que provoca lanzar desperdicios a la vía pública para tratar de erradicar
esta mala costumbre.
Entre las consecuencias más comunes podemos citar que en
tiempos de lluvia, la basura tapa el
sistema de drenaje fluvial provocando charcos de agua en las calles y avenidas
de nuestras ciudades, dificultando el tránsito de los vehículos. Los montones
de basuras o desperdicios, traen consigo malos olores y la proliferación de
alimañas como ratones, cucarachas y otros insectos. Las inundaciones, los
olores desagradables, los bichos y hasta los entornos visualmente contaminados,
perjudican nuestra salud, provocando dolores de cabeza, estrés, respiración
forzada, gripe, tos y nauseas, entre otras dolencias.
La basura es un gran problema para nuestro país, nosotros
mismos no sabemos qué hacer con ella, no hemos aprendido ni nos han enseñado cómo
separar la basura ni mucho menos tenemos la cultura del reciclaje, sin darnos
cuenta nos estamos perjudicando a nosotros mismos, hasta el momento nos hemos
salvado de enfermedades y plagas; pero poco a poco hemos venido contaminando
nuestros ríos y lagos, el aire que respiramos ya no es tan saludable como hace
diez años y lo que es peor, hemos convertido casi a todo el país en un
basurero, por donde vayamos vamos a ver vertederos de basura. Uno de los
efectos irremediables es que hemos contribuido al debilitamiento de la capa de
ozono, que protege a los seres vivos de la radiación ultravioleta de los rayos
del sol, y luego nos quejamos del intenso calor que hace compramos aires
acondicionados que sobrecargan las fuentes de energía provocando los famosos
cortes de luz, y decimos “el clima esta loco”.
Lamentablemente parece que no queremos a nuestro país, ni
nos sentimos parte de la naturaleza ni del medioambiente porque no tomamos
conciencia y no medimos el daño que le hacemos al medioambiente, ni el daño que
nos hacemos a nosotros mismos y a nuestros hijos, y si no tomamos conciencia la cantidad de basura
actual aumentará y, un buen día seremos víctimas de nuestro descontrol.
La acumulación de la basura provoca focos de infección,
proliferación de plagas y enfermedades gastrointestinales, respiratorias y
micóticas (generadas por hongos), proliferación de mosquitos que trasmiten el
dengue clásico y dengue hemorrágico, etc. La acumulación de la basura en las
casas, las escuelas, terrenos baldíos, las calles, drenajes y en los vertederos
dan como resultado sitios insalubres debido a que los desechos se encuentran
mezclados, orgánicos e inorgánicos, y en su descomposición proliferan hongos,
bacterias y muchos otros microorganismos causantes de enfermedades o
infecciones que si no son atendidas pueden causar hasta la muerte.
La acumulación de desechos sólidos al aire libre es el
ambiente propicio para que ratas, moscas y mosquitos, hongos y bacterias se
desarrollen en grandes cantidades y en periodos de tiempos cortos; como
consecuencia se generan focos de infección, comunes en terrenos baldíos y
calles poco transitadas. Entre las principales enfermedades producidas por la
acumulación de basura se encuentran las gastrointestinales como infecciones del
estómago e intestinos, así como la amibiasis, cólera, diarrea y tifoidea, entre
otras. El aire transporta millones de microorganismos de la basura que al ser
inhalados provocan infecciones de las vías respiratorias como laringitis y
faringitis.
Las enfermedades micóticas son frecuentes en las personas
que se encuentran en sitios donde existe acumulación de basura, esto propicia
el desarrollo de hongos y bacterias que al estar en contacto con la piel
provocan irritaciones e infecciones. La basura favorece la proliferación de
roedores, pulgas, moscas, etc., son un factor importante en la trasmisión de
bacterias y virus que causan enfermedades en el ser humano como la peste
bubónica, la rabia u otros producidos por hongos.
Las basuras que arrojamos no se descompone de inmediato, de
hecho puede permanecer en el mismo lugar por cientos de años e incluso miles,
una botella de cerveza o gaseosa, que está hecha de vidrio tarda hasta un millón
de años en desintegrarse, mientras que una cascara de naranjas se descomone en
una 3 o 5 semanas, una lata de aluminio se desintegra en unos 500 años, las
bolsas de plásticos como las que retiramos de los supermercados tardan en
descomponerse completamente en aproximadamente 70 años, los pañales desechables
en unos 10 o 20 años, los papeles unos 3 años, y una simple colilla de cigarrillo
puede tardar de 2 a 5 años en desaparecer completamente, a pesar de que un cigarrillo
común no tarda ni 15 minutos en consumirse solo.
Los daños negativos que causamos al medio ambiente son
irreversibles, por tal razón pretendo que hagas conciencia de los efectos
negativos que estos provocan. Una forma en la que puedes influir positivamente
para disminuir los efectos negativos sobre el medio ambiente es arrojar la basura
en el basurero, evitar consumir alimentos o productos desechables y reciclar
los desperdicios que generas día a día. Recuerda que no vives solo, todos
compartimos el aire, el agua y al tierra, y solo estamos de paso, nuestros
hijos y nietos también merecen estos privilegios.